sábado, 22 de noviembre de 2014

22-11-2014

Enlace covalente. Es bien irónico. Agregación de la materia.
Está en tu mente, enlace iónico, como alma en la progeria.

Quita los dedos de la cuerda o quita las manos de la tijera.
La luz que tensa el material  se come las hojas.
Cierra las patas al hilo y siente la caída.

¿Me escuchan allá arriba?
Somos los que lloramos la soledad,
en el mismo lugar pero separados.
Con la cara en la pantalla medimos dolores
y el dolor es la moneda de curso forzado.

Las fotografías se confunden con movimientos
y el mundo es mesurable por sacrificio.
Es nuestra conciencia la que dicta los lamentos
colectiva o individual: lo hace por oficio.

Mis ojos son miopes y los de ustedes veinte veinte.
Pero ustedes ven lo que está lejos y yo más allá.
Que el sufrimiento es inevitable
y la vida se amarga
y el tiempo quita y da.
Que el placer debiese ser la moneda del alma
o del cuerpo
Que carnal se evapore o sublime
al aire, al viento, al fluir
pero que el verdadero goce sea de curso forzoso
que pagemos en momentos
y midamos en unas mejillas tensas
y dientes saludando.

O quizás deberíamos bailar
mira que el tiempo se acaba antes del siguiente compás
el tiempo no guarda rencor ni favoritismo
y cuando estemos tú y yo frente al abismo
sepamos que intentamos
y logramos
aprovechar(nos) más.

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