sábado, 22 de noviembre de 2014

22-11-2014

Enlace covalente. Es bien irónico. Agregación de la materia.
Está en tu mente, enlace iónico, como alma en la progeria.

Quita los dedos de la cuerda o quita las manos de la tijera.
La luz que tensa el material  se come las hojas.
Cierra las patas al hilo y siente la caída.

¿Me escuchan allá arriba?
Somos los que lloramos la soledad,
en el mismo lugar pero separados.
Con la cara en la pantalla medimos dolores
y el dolor es la moneda de curso forzado.

Las fotografías se confunden con movimientos
y el mundo es mesurable por sacrificio.
Es nuestra conciencia la que dicta los lamentos
colectiva o individual: lo hace por oficio.

Mis ojos son miopes y los de ustedes veinte veinte.
Pero ustedes ven lo que está lejos y yo más allá.
Que el sufrimiento es inevitable
y la vida se amarga
y el tiempo quita y da.
Que el placer debiese ser la moneda del alma
o del cuerpo
Que carnal se evapore o sublime
al aire, al viento, al fluir
pero que el verdadero goce sea de curso forzoso
que pagemos en momentos
y midamos en unas mejillas tensas
y dientes saludando.

O quizás deberíamos bailar
mira que el tiempo se acaba antes del siguiente compás
el tiempo no guarda rencor ni favoritismo
y cuando estemos tú y yo frente al abismo
sepamos que intentamos
y logramos
aprovechar(nos) más.

sábado, 20 de septiembre de 2014

19 de septiembre de 2014 - Pérdida de Estereopsis

Vista desde tu derecha
y frente a los árboles en degradé iluminados
Luces dentro apagadas
y te escucho un autorretrato.

Perdí tu forma, perdí la profundidad
perdi el espacio, perdí la distancia.
Desapareció la cercanía, se esfumó la lejanía.
Hay color donde hubo forma

Donde hubo nariz ahora veo gris
Las 'p' de tus pómulos
ahora son azul y anaranjado ocre
La curva de tus labios
es púrpura, es negro.

Pero antes de perderme en las olas cromáticas
me ataca el rayo, el brillo intenso de dos ojos.
Sin forma, sin profundidad. Solo ímpetu, relámpago.
Vuelvo de un susto a los luceros que me iluminan y cepillan.

Y sé que tendré pesadillas, nunca pedí ver(te)
Terrible y tranquila tenía que ser
Pero veo a través de ti: sin ojos ni cabeza
solo luz, color. Y luz. Y color.
Y el blanco me cae encima.

viernes, 5 de septiembre de 2014

Te descuelgo.

Te descuelgo.
De mis dedos y mis tobillos te descuelgo.
Porque al mismo drama yo ya no vuelvo
De una prédica y un rencor
me descuelgo.

Te libero.
De las lágrimas y los celos te libero.
De la traducción y la indiferencia. Y no espero
final feliz para más, y yo
te libero.

Vete.
No a mis ojos o mi boca, solo vete.
No creas que estaremos en el otro copete.
Es más, no esperes por mi y solo
vete.

Pues te descuelgo
De la duda, del peso, de un ciclo pasado.
Te descuelgo de mi (para) que puedas asirte nuevamente.
Te descuelgo, ya no vuelvo, no volví
Nos libero, de un vuelco y sonreí
Mis manos en mis rodillas, tus manos en los cabos,
juntos los cabos, que humedecen tus mejillas.
y nueva prédica, nueva métrica
nuevo día de aritmética.
Pues uno y uno seremos dos
y no tres, que te descuelgo, adiós.