viernes, 5 de septiembre de 2014

Te descuelgo.

Te descuelgo.
De mis dedos y mis tobillos te descuelgo.
Porque al mismo drama yo ya no vuelvo
De una prédica y un rencor
me descuelgo.

Te libero.
De las lágrimas y los celos te libero.
De la traducción y la indiferencia. Y no espero
final feliz para más, y yo
te libero.

Vete.
No a mis ojos o mi boca, solo vete.
No creas que estaremos en el otro copete.
Es más, no esperes por mi y solo
vete.

Pues te descuelgo
De la duda, del peso, de un ciclo pasado.
Te descuelgo de mi (para) que puedas asirte nuevamente.
Te descuelgo, ya no vuelvo, no volví
Nos libero, de un vuelco y sonreí
Mis manos en mis rodillas, tus manos en los cabos,
juntos los cabos, que humedecen tus mejillas.
y nueva prédica, nueva métrica
nuevo día de aritmética.
Pues uno y uno seremos dos
y no tres, que te descuelgo, adiós.


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